jueves, 21 de mayo de 2009

Melocotón en gelatina




Raciones: 4 Preparación: 10 min. Cocción: 1 min.
  • 2 melocotones
  • 1 manzana
  • 100 g de cerezas picotas
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  • 1 cucharada de azúcar integral
  • 2 cucharadas de agar-agar en copos
  • 25 g de frambuesas

  • El agar-agar (gelatina en polvo) se deja en remojo en un cuarto de litro de agua mineral durante unos cinco minutos. Mientras tanto, la manzana y los melocotones se pelan y cortan en pequeños dados, y las cerezas se deshuesan.
    Se vierte el agar-agar en un cazo y se cuece durante un minuto hasta su perfecta disolución. Se reserva un minuto en la nevera hasta que se entibia.
    Justo antes de que empiece a espesar, el agar-agar disuelto se mezcla con las tres frutas y una cucharada de azúcar. Se vierte todo en una flanera que se reserva en la nevera un mínimo de media hora.

    Brocheta de frutas

    Un original pincho, de variados sabores y texturas, muy fácil de preparar.

    Raciones: 4 Preparación: 15
    1/2 sandía
    150 g de uvas negras
    1 mango
    1 manzana
    2 zanahorias
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    1 plátano
    2 nectarinas
    <150 g de fresas
    12 kiwis

    Se vacía media sandía y se corta a cubos. Se pelan y se cortan a cubos el resto de las frutas a un tamaño parecido. A continuación se forman los pinchos alternando siempre la sandía con cada una de las frutas. Por ejemplo, se ensarta sandía, manzana, sandía, mango, sandía, kiwi, sandía, fresa… De este modo se pueden hacer un sinfín de combinaciones, alternando las frutas que más gusten.
    Para la presentación se coloca media cáscara de sandía en posición invertida para poder clavar los pinchos una vez esten preparados.

    Brochetas de fresas y chocolate

    Un postre muy jugoso y una auténtica tentación.

    Raciones: 4 Preparación: 25’ Cocción: 10’
    25 fresones medianos;
    2 plátanos maduros;
    1 kiwi;
    1 limón (su zumo);
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    2 cucharadas de sésamo tostado;
    100 g de chocolate para fundir;
    8 brochetas de madera.

    Se limpian los fresones con un trapo humedecido, se elimina su rabillo y se secan bien con papel absorbente de cocina. A continuación, se pelan los plátanos y el kiwi, se cortan en rodajas y se rocían con el zumo de limón para evitar que se oxide la vitamina C.
    Se preparan entonces las ocho brochetas engarzando las frutas de forma alternativa, pero procurando que haya una mayor proporción de fresones. Es decir, un fresón, un trozo de plátano, un fresón, un trozo de kiwi... Y así sucesivamente.
    Aparte, se trocea el chocolate, se funde en un cazo al baño maría y, cuando esté a punto, se vierte en un recipiente plano y alargado que esté algo caliente.
    Se cogen las brochetas por un extremo y se hacen rodar, una a una, por el chocolate, cubriéndolas casi por completo. Se espolvorean con el sésamo tostado y se dejan enfriar en la nevera, sin que se toquen entre sí, hasta que el chocolate se endurezca (una media hora, aproximadamente). El postre ya estará listo para servir.

    "Flan" de mandarina con miel



    Raciones: 5 Preparación: 25 min. Cocción:
  • 4 mandarinas de tamaño grande
  • 40 g de miel
  • 1 hoja de algas agar-agar
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  • 1 cucharadita de menta seca
  • 250 ml de agua

  • Primero se prepara una infusión de menta fresca con los 250 ml de agua y
    se le añade la miel, removiendo bien para que se disuelva.
    Se deja enfriar y se pone el agar-agar (gelatina en lámina) en remojo en esta infusión.
    Se pelan dos mandarinas y se les extrae el zumo. Un truco para extraerlo más fácilmente consiste en hacerlas rodar sobre una superficie plana con el fin de ablandarlas. Las otras dos mandarinas se trocean libres de pieles y posibles semillas y se reservan.
    Después se pone la infusión con el agar-agar de nuevo a calentar, mientras se remueve hasta que las algas se hayan disuelto completamente.
    En ese momento se retira del fuego y se añade el zumo de las dos mandarinas, y los trocitos de mandarina reservados, rellenando con esta mezcla cuatro moldes de flan.

    Se mezcla bien y se introduce en el frigorífico, hasta que se solidifiquen completamente.
    Se puede servir con unas hojitas de menta a modo de adorno.

    Las mandarinas pueden sustituirse por otras frutas de temporada. Además, si se prefiere, la infusión puede hacerse con hierba luisa en vez de menta.

    Sopa de judías con verduras

    Un reconfortante plato caliente para los meses más fríos del año.

    Raciones: 6 Preparación: 25’ Cocción: 135’
    200 g de judías blancas;
    3 tomates;
    1 patata;
    1 nabo pequeño;
    1 calabacín y un apio;
    1 zanahoria pequeña;
    1 cebolla;
    2 dientes de ajo;
    2 cucharada de emmental rallado;

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    1 cuch. de concentrado de tomate;
    100 g de macarrones;
    1 cucharada de perejil;
    1 hoja de laurel;
    ramitas de eneldo fresco;
    pimienta;
    aceite de oliva y sal.


    Después de dejar las judías blancas en remojo toda una noche, se escurren y se disponen en una cacerola con agua. Cuando rompa a hervir, se dejan cocer a fuego lento unos 15 minutos. Transcurrido este tiempo se vuelven a escurrir y se reservan para más tarde.
    Aparte, se fríen en un recipiente grande con aceite de oliva de primera presión en frío la cebolla picada y los ajos majados durante cinco minutos. Pasado este tiempo, se pelan y se trocean los tomates antes de agregarlos a la cazuela junto con el perejil, las judías, el caldo de verduras y el laurel, dejando cocer la mezcla a fuego lento durante una hora y media. También se añade la zanahoria cortada en rodajas, el nabo y la patata troceados, el apio finamente cortado y el concentrado de tomate. Se cuecen estos ingredientes unos 15 minutos más.
    Por último, se añade el calabacín cortado en rodajas, los macarrones y el queso emmental rallado, y se deja cocer la mezcla hasta que los macarrones y las verduras estén hechos. Se salpimenta la sopa y se sirve decorada con las ramitas de eneldo fresco.

    Puré de berenjenas


    Raciones: 6 Preparación: 12 min. Cocción: 20 min.
  • 2 berenjenas
  • 2 dientes de ajo
  • 60 g de tahini
  • 15 ml de aceite de oliva
  • menta fresca
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  • 1 cucharada de semillas
    de sésamo tostadas (15 g)
  • el zumo de medio limón
  • pimentón dulce
  • sal

  • Se precalienta el horno a 180 ºC y, mientras tanto, se cortan las berenjenas por la mitad longitudinalmente, se salan por la parte de la carne y se dejan reposar unos 15 minutos.
    Pasado ese tiempo, se elimina la sal pasando las berenjenas bajo el agua del grifo y secándolas con papel absorbente. Se colocan después en una bandeja del horno con la carne hacia arriba y se asan durante 25 minutos aproximadamente.
    Cuando las berenjenas estén blandas, se les extrae la piel y se trituran en la picadora junto con los ajos, el zumo de limón, el tahini, el aceite y una pizca de pimentón dulce, hasta obtener una textura fina.
    Este puré se sirve acompañado de pan pita y decorado con pimentón, unas semillas de sésamo y unas hojitas de menta fresca. Quienes lo deseen pueden tomarlo también como aperitivo, extendido en rebanadas de pan como si se tratara de un paté.

    Sopa de melón a la menta

    Raciones: 4 Preparación: 15’ Cocción:
    1 melón maduro pequeño (1/2 kg)
    • el zumo de un limón
    1/2 taza de caldo de verduras
    3 cucharadas de hojas de menta picada
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    Se tritura el melón en la batidora, hasta que quede una crema muy fina, sin semillas ni piel. Se mezcla con el zumo de limón, las hojas de menta y el caldo frío. Se reserva en la nevera una hora antes de servir, decorado con hojitas de menta.

    Sopa vegetariana de remolacha


    Raciones: 4 Preparación: 30 min. Cocción: 1 h

  • 400 g de remolacha
  • 400 g de seitán
  • 2 cucharadas de aceite (35 ml)
  • 1,5 litros de caldo o agua
  • 1/2 col pequeña
  • 300 g de tomates
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  • 1 cebolla
  • 3 dientes de ajo
  • 2 patatas pequeñas
  • 100 ml de crema agria
  • 1 chorrito de vinagre de manzana
  • hierbabuena fresca, pimienta, sal

  • Se pica la cebolla finamente y se pela la remolacha cortándola en dados de 1 cm. Se trocea el seitán (a la venta en las buenas herboristerías) en trozos del mismo grosor y se pone a calentar el aceite en una cazuela grande de fondo grueso o difusor.
    Cuando el aceite ya esté caliente se introduce la cebolla y una vez se haya vuelto transparente se añade el seitán, un chorrito de vinagre y el ajo majado, dejándolo freír durante 5 minutos mientras se remueve para que no se pegue.
    Se vierte el caldo, la remolacha y la sal y se cuece tapado a fuego medio.
    Se ralla la col, se pela y se trocean los tomates, que se añaden 20 minutos después.
    Cuando el preparado lleve 20 minutos de cocción, se añaden las patatas, peladas y troceadas, cociéndolas a fuego lento 15 minutos o hasta que estén tiernas.
    Se salpimenta, se tritura o no al gusto y en el momento de servir se le añade la crema agria por encima, adornando con unas hojitas de hierbabuena.
    Una variante:Se puede asar la remolacha en el horno, añadiéndola en el momento de incorporar las verduras y reduciendo algo la cantidad de caldo. De esta manera se intensificará el sabor y el color de esta sopa típica de la Europa oriental.

    Leche de soya

    1/4 de k de soya blanca
    3 litros de agua fría
    canela en polvo o vainilla al gusto

    Se remojan los granos toda la noche. En la mañana se licúan y se hierve la mezcla resultante por 30 min., se remueve cuando comienza a hervir. Se cuela y se deja enfriar. Se le agrega la vainilla o canela y se bate de nuevo. refrigerar y luego servir.

    Leche de avena

    4 tazas de agua fría
    1 cambur (opcional)
    2 tazas de avena remojada durante la noche o avena instantánea
    1 cuchta de vainilla
    1 pizca de sal
    miel o papelón al gusto

    Mezclar todos los ingredientes en una licuadora por 2 ó 3 minutos, dejar reposar durante 2 horas y colar si lo desea. Guárdar en la nevera y batir antes de servir.
    Se puede cocinar la avena en vez de remojarla y quedará una bebida más espesa.

    martes, 19 de mayo de 2009

    Usos culinarios de las papas al vapor

    Las papas cocinadas de esta manera, además de ser muy nutritivas, proporcionan una base para multitud de preparaciones

    No son pocas las ventajas de la cocina al vapor: además de cocinarse de manera cómoda, rápida y sencilla (el alimento ni se pega ni se quema), la comida mantiene todo su sabor y consistencia y, lo más importante, todas sus cualidades nutritivas, ya que al no sumergir los productos en agua, no se diluyen ni sus vitaminas ni sus sales minerales. A todo ello se le suma que el aroma y color se mantienen casi intactos y no hay que añadir ningún tipo de grasa o aceite.

    Elaboración:

    Para cocer las papas al vapor en primer lugar las pelamos y, con ayuda de un sacabolas (utensilio que se utiliza para extraer bolitas de diferentes hortalizas) o de un cuchillo pequeño llamado puntilla, les podemos dar forma. Otra manera de trocear papas para cocer al vapor es en dados grandes. La cocción al vapor, y en este caso las papas, consiste en cocer el alimento escogido sobre una rejilla o colador, que estará dentro de una cazuela con una base de agua, pero sin estar en contacto directo. Es necesario que la rejilla encaje bien en el interior de la cazuela para evitar que las verduras toquen el agua.

    Aunque el líquido usado suele ser agua, también ésta se puede aromatizar con vino o hierbas aromáticas, incluso con caldo de pescado, verduras o carne

    La cazuela permanecerá tapada en todo momento. Cuando el agua se caliente y hierva se formará en su interior una gran cantidad de vapor que hace que los alimentos se cocinen. El resultado final es una papa tersa de aspecto impecable y cocida por dentro.

    Actualmente hay cacerolas especiales para este fin llamadas "vaporeras". También es posible cocer las verduras al vapor en la olla exprés con un cestillo especial que evita que el alimento entre en contacto con el agua; de lo contrario, en lugar de un alimento cocinado al vapor tendríamos uno hervido.

    Aderezos para potenciar el sabor:

    A la vez que cocemos las papas al vapor también podemos añadir otras hortalizas como zanahorias, brócoli o vainitas, entre otras. A pesar de que el líquido usado suele ser agua, en ocasiones la podemos aromatizar con algún vino o hierba aromática, o incluso con algún tipo de caldo de pescado, verduras o carne.

    Este tipo de papas se pueden utilizar para guarnecer la mayoría de los platos de carne y de pescado. Se suelen servir solas aderezadas con un poco de hierbas finas picadas con jugo de limón y un poco de nata, o con salsa aliolí, una salsa parecida a la mayonesa pero con un toque más o menos intenso de ajo. Si les añadimos una salsa de tomate ligeramente picante, tendremos como resultado las llamadas patatas bravas. Otra manera común de servirlas es acompañarlas de un refrito de ajo y pimentón.

    VERDURAS AL VAPOR:

    Al igual que las hortalizas hay muchas verduras en el mercado que pueden cocinarse al vapor, ya sea en cesta de bambú, en cazuela normal o en una olla rápida. Las verduras cocinadas de esta manera también guardan un mayor número de nutrientes que las cocinadas mediante otro tipo de cocción tradicional, ya que al no estar en contacto directo con el agua no se diluyen sus sales minerales.

    La elaboración es la misma: se necesita disponer de un cestillo para la cocción de verduras levantado del fondo de la cazuela, donde estará el agua o líquido que se vaya a utilizar. Colocamos las verduras en el cestillo, con un decilitro de agua en el fondo, cerramos herméticamente y ponemos en el fuego. Si los trozos de verdura son muy pequeños, podemos cubrir el fondo del cesto con una gasa de algodón para evitar que caigan en el agua. En el caso de que empleemos una olla exprés, cuando haya subido la marca de la presión dejaremos cocer por espacio de tres minutos. Con una cazuela convencional las dejaremos hasta que estén bien cocidas.

    lunes, 11 de mayo de 2009

    Diez alimentos curiosos

    Contienen sustancias que les confieren propiedades únicas y los hacen diferentes frente al resto. Resulta curioso saber que los alimentos, además de los reconocidos nutrientes, contienen ciertos componentes que les confieren propiedades únicas y que los hacen diferentes frente al resto, aunque sean del mismo grupo. ¿Sabía que los orejones que se venden pueden provocar alergias por el conservante que llevan? ¿Sabía que de la remolacha, además de azúcar, se extrae un colorante de uso habitual en la industria alimentaria?
    Características peculiares
    Almendras amargas. Esta variedad de almendras, con un característico sabor amargo, no procede del mismo árbol que las almendras dulces. Contienen ácido cianhídrico tóxico, por lo que sólo deben emplearse en dosis mínimas. Sin embargo, hasta 30 gramos de almendras amargas son inofensivas, y resultan de sabor y aroma agradable para añadirlas ralladas a productos de repostería. La misma precaución se ha de tener con el aceite de almendras amargas.
    Orejones. El consumo de los melocotones o albaricoques deshuesados y deshidratados puede provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. En la elaboración industrial, estas frutas se recolectan en su época, en verano, se lavan, cortan, deshuesan y se colocan en bandejas. Uno de los métodos de desecación utilizado consiste en espolvorear las bandejas con sulfitos y cubrirlas con un plástico durante horas. Posteriormente, se exponen al sol varios días y se almacenan en cámaras de sulfatación, después se ventilan y se envasan. En este caso, al llevar añadidos sulfitos como aditivos conservantes, se ha informado de que pueden provocar reacciones alérgicas en personas sensibles.
    Pipas de calabaza. Las semillas o pipas de la calabaza se pueden consumir crudas o un poco tostadas. A sus propiedades nutritivas (vitamina A, ácido linoleico, cinc y hierro), se suma su contenido en cucurbitacina o cucurbitina, un principio activo de tipo alcaloideo con propiedades vermífugas. Las pipas de calabaza paralizan a los gusanos que viven como parásitos el intestino, como la tenia o solitaria, y los áscaris. Una vez inmovilizados y sueltos de la pared intestinal a la que se adhieren, resulta fácil expulsarlos tomando un laxante.
    Cebolla. Esta hortaliza es muy rica en compuestos volátiles azufrados, componentes del aceite esencial que le confiere el sabor picante característico que es responsable de los efectos beneficiosos en la salud. La acción directa de este aceite esencial sobre las vías respiratorias facilita la expectoración, es decir, la acción de arrancar y arrojar por la boca las flemas y secreciones que se depositan en la faringe, la laringe, la tráquea o los bronquios. Esta acción bactericida está científicamente probada, por eso, se le reconoce a la cebolla la propiedad de combatir diversas infecciones como los resfriados y la bronquitis, y resulta muy útil a la hora de eliminar las mucosidades. La acción bactericida científicamente probada de la cebolla le confiere la propiedad de combatir resfriados y bronquitis
    Congrio. La sangre del congrio contiene toxinas, al igual que la sangre de la anguila o la morena. No obstante, dicha sustancia es termolábil, es decir, que se destruye con la aplicación de calor. En concreto, es suficiente con temperaturas superiores a los 60º C, por lo que no presenta ningún tipo de riesgo para la salud, ya que el congrio se consume bien cocinado.
    El besugo. Es un pez marino consumido desde tiempos remotos; se han encontrado restos de besugo en excavaciones efectuadas en Escocia que confirman que era un alimento más del hombre en el Neolítico. Este pescado goza de una gran popularidad en todas las regiones españolas, tanto es así que, ha dado nombre a un utensilio de cocina, la besuguera, un recipiente empleado para cocinar cualquier pescado.
    Arroz salvaje. En realidad no se trata de un arroz, sino de la semilla de una planta acuática llamada "avena de agua" o "arroz indio o Manomin", que crece silvestre en los suelos pantanosos de América del Norte y que puede llegar a alcanzar hasta tres metros de altura. El grano que produce se considera exquisito; de sabor avellanado y textura crujiente, más fino que el arroz de grano largo y de color oscuro. Tras la cocción se mantiene entero, y su interés radica más en su efecto decorativo que en sus cualidades gastronómicas. Suele presentarse en el mercado envasado en cajas de cartón y mezclado con arroz blanco de su misma forma.
    Aceite de salvado de arroz. Empezó siendo un simple subproducto del arroz y se está convirtiendo en una alternativa válida a los aceites tradicionales. En la India, segundo país productor mundial de arroz, para aprovechar las enormes cantidades de salvado o cascarilla que se obtienen en el proceso de refinado, la industria arrocera empezó a extraer el aceite de ese salvado. En la actualidad se usa cada vez más y su consumo ya se está extendiendo a otros países. El aceite de salvado de arroz tiene una composición similar al de cacahuete. Es muy rico en fitosteroles y en tocoferol o vitamina E, y según las investigaciones realizadas, este aceite puede llegar a ser considerado útil para el tratamiento de las hiperlipemias, al reducir el nivel de colesterol sanguíneo.
    La copra. Se trata de la carne seca y deshidratada del coco desmenuzada o molida. Es el producto más importante del coco desde el punto de vista económico y se obtiene secando la carne al sol o en un horno. A partir de la copra se puede obtener el aceite de coco, aunque industrialmente se apliquen otros métodos.
    Curiosa remolacha. De la raíz de la remolacha se extrae un colorante muy utilizado por la industria alimentaria. El pigmento en cuestión, la betacianina, le confiere el color rojo característico. Se utiliza como colorante industrial y se denomina rojo de remolacha o E162 o Betania. Se suele emplear para dar color a numerosos productos como sopas, licores o helados, entre otros.
    Otra curiosidad de esta hortaliza es que este pigmento se metaboliza en el intestino, pero hay quienes carecen de la enzima que lo metaboliza y pasa a través del tubo digestivo sin experimentar ningún cambio, siendo excretado tal cual. Es por ello, que tras el consumo de remolacha, la orina y las heces adquieren un color rojizo.