sábado, 6 de agosto de 2011

Refrescos light caseros

Los refrescos light caseros son una opción muy saludable para los días de verano

Las bebidas más demandadas durante los meses de verano son los refrescos, por su variedad de sabores y porque las burbujas dejan una agradable sensación de frescor. Sin embargo, los refrescos tradicionales tienen abundante azúcar; una lata contiene disueltos entre 30 y 35 gramos (equivalente a tres sobres de azúcar o a seis azucarillos), por lo que aporta muchas calorías y ningún nutriente. Estas bebidas se pueden sustituir por sencillos refrescos naturales, saludables y nutritivos elaborados en casa.

Los refrescos tradicionales pueden formar parte de una dieta saludable y equilibrada si se consumen de forma ocasional y con medida. Sin embargo, en determinadas circunstancias, como en el caso de padecer diabetes, obesidad o triglicéridos elevados, son más aconsejables las versiones light. Estas sustituyen el azúcar por edulcorantes sin calorías, por lo que son bebidas con un valor energético nulo, adecuadas si se ha de controlar la ingesta de azúcar y las calorías de la dieta. Pero no es necesario recurrir a ellas, sobre todo en la alacena de casa, ya que de manera sencilla se puede elaborar un refresco casero mucho más natural, saludable y nutritivo.

Múltiples opciones

Zumos de limón, naranja, fresas, melón, e incluso mango o café, son opciones de refrescos saludables y fáciles de hacer

Un refresco casero fácil de preparar y casi sin calorías es la limonada. Elaborarla es tan sencillo como mezclar zumo de limón, agua y edulcorante, en lugar de azúcar, para que el valor energético de la bebida sea casi nulo. Los amantes de las burbujas pueden utilizar gaseosa (las hay sin calorías) y añadir diferentes ingredientes para obtener una bebida de un sabor u otro. Zumo de limón, naranja, fresas, melón, sandía o mango, o bien café o té, conforman algunos refrescos muy saludables. Se puede añadir a la preparación un puñado de hielo machacado, casi triturado, de manera que se obtenga un granizado.

Para los adictos al cacao, es posible elaborar un delicioso refresco ligero de cacao con la mezcla de un litro de leche con cuatro cucharadas de cacao light en polvo y edulcorante, si se desea un sabor más dulzón. Si la leche es desnatada, las calorías del producto final son todavía menores. De esta forma, se obtiene un batido de chocolate con muy pocas calorías.

Deliciosos polos de hielo

Con estas combinaciones de ingredientes no solo se pueden elaborar bebidas, sino que también es posible preparar polos de hielo. Si la misma preparación se introduce en moldes dentro del congelador, en unas horas se puede saborear un polo de hielo muy natural, sin aditivos añadidos.

Para ello, se coloca la bebida en unos moldes alargados preparados para polos o en un vaso de yogur con un palito de plástico o de madera y se deja enfriar al menos durante cinco horas. Tanto los niños como los mayores podrán disfrutar de un polo de hielo con muy pocas calorías en cualquier momento del día, ya que el ingrediente principal es el agua (en un 85%-90% de su composición). El aporte calórico de este alimento es escaso, alrededor de 70 calorías por 100 mililitros, frente a las 200-250 calorías por 100 mililitros de los helados de crema o leche.

Los helados de hielo no contienen grasa ni colesterol, ya que en su elaboración no se utiliza nata ni leche; tampoco contienen proteínas, nutrientes que sí están presentes en los helados de crema. El valor calórico de los helados de hielo dependerá de la cantidad de azúcar que se use.

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